Cómo Decorar el Salón en Tonos de Azul

Para imprimir un toque de frescor, también de elegancia, o un aire costero y que evoque los espacios al aire libre, el azul es una excelente opción para ambientar un interior. En este caso veremos ideas que nos sirvan para saber cómo decorar un salón en tonos de azul.

Este es un color que se asocia a espacios naturales, la costa, el cielo abierto y el agua, por ello es capaz de dotar con una impronta refrescante a cualquier habitación de la casa, e incluso las zonas de estar. Además como ventaja del uso de este tono es que admite múltiples combinaciones, variando así el efecto que se consigue en la atmósfera.

Con una mezcla acertada de azul y otros colores, un salón puede adquirir un carácter de calma y serenidad, se puede lograr que el espacio luzca con un toque costero, con los colores del mar, matizado con abundante blanco.

Para impregnar de azul una sala, podemos recurrir a los complementos decorativos, que se puedan intercambiar fácilmente con el cambio de temporada, o bien cuando queremos realizar un cambio en la decoración. Con jarrones y otros adornos, alfombras y cortinas, mantas sobre el sofá, lámparas, y unos cuantos cojines, es posible componer una estética en la que el azul se convierta en absoluto protagonista. Otra idea es una pared pintada en azul profundo, que será un punto de atracción para la estancia, y es posible matizar con tonos neutros y complementos que sumen luminosidad.

Gracias a la connotación natural y fresca de los tonos de azul, resultan perfectos para decorar en verano un salón, y conseguir ambientes armoniosos y vividos. La combinación de texturas y diseños aporta dinamismo a un interior en el que el esquema cromático está dominado por la gama del azul.

Azul cielo, turquesa, azul marino, por mencionar algunas de las opciones para lograr distintas combinaciones que se adecuen al estilo de cada salón, y para dotarlo con el espíritu costero, juvenil, sereno, formal que más nos guste.