El blanco, se identifica con la pureza y la serenidad, este color puede ser una propuesta tan conveniente como cualquier otra gama, para el diseño de habitaciones infantiles. Te contamos las claves para usarlo con acierto en dormitorios.
Es una alternativa muy versátil, que se adecua a todas las habitaciones de una casa, incluso a las de los más pequeños, es decir, las habitaciones de los niños.
Cómo decorar habitaciones infantiles blancas
Este color, y su amplia gama, se pueden adaptar a diferentes estilos, se podrá combinar con otros colores -cálidos o fríos- logrando efectos muy diferentes.
Es además, perfecto para espacios pequeños, pues el uso del blanco es de gran ayuda para ampliar visualmente un espacio.
El color blanco es luminoso, mejor dicho, es una gama que sirve para potenciar la luminosidad de una estancia.
Por ello será una opción conveniente en habitaciones infantiles, aunque este color cuenta también con ciertas desventajas.
Si bien el blanco ilumina y amplia visualmente un espacio, al tiempo que transmite una agradable sensación de calma.
Las habitaciones en cuya decoración predomina el blanco, requieren de un cuidado y atención permanentes.
Este último factor habrá que tenerlo en cuenta, sobre todo, si se piensa en diseñar un dormitorio infantil con decoración en blanco.
En todo espacio que se decida a decorar con blanco, es importante evitar, asimismo, que se convierta en un ambiente frío y sin vida.
En una habitación infantil en blanco, esta dinámica se puede conseguir, añadiendo texturas, pinceladas con otros colores o combinando tonalidades diversas de blanco, como es el blanco lino o el blanco almendra.
El predominio de blanco en la decoración de habitaciones infantiles permitirá crear ambientes simples y elegantes, pero que al mismo tiempo, podrán también resultar espacios acogedores.
Esto último se consigue integrando a la decoración de dormitorios de niños, algunos chispazos de colores alegres y brillantes.
Estas tonalidades divertidas, pueden estar presentes en complementos como cojines, pantalla de lámparas, e incluso en los juguetes de los niños.
El blanco es para la decoración de un interior, un comodín, para cualquier estancia, y en los dormitorios infantiles se podrán conseguir composiciones muy convenientes usando esta gama.
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